Se ganó un juicio a distancia.
EL PAIS › CARLOS MENEM ESCUCHARA SU ACUSACION POR VIDEOCONFERENCIA
El tribunal que juzga el contrabando de armas resolvió leerle los cargos el 28 de noviembre a través de una videoconferencia. Uno de los peritos dijo que su salud le impedía trasladarse. Hubo quejas de los demás acusados.
Aunque no pudo evitar el juicio, Carlos Menem consiguió no tener que moverse de La Rioja para escuchar la acusación en su contra por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. El Tribunal en lo Penal Económico Nº 3 (TOPE3) resolvió que le leerá los cargos a través de una videoconferencia prevista para el 28 de noviembre. Los jueces sostuvieron que, si bien el ex presidente “se halla en condiciones mentales para estar en juicio”, está “impedido” de trasladarse a Capital Federal –según la opinión de uno de los peritos que lo revisaron– por sus problemas de salud.
Los abogados querellantes de la Aduana se opusieron a la solución por considerarla fuera de la ley. La fiscalía la aceptó por ser una medida “que no entorpece el proceso sino que ayuda a que siga”. Si de dilaciones se trata, de todos modos Menem consiguió una pequeña victoria: como cambió de abogado y el nuevo requirió unos días para estudiar la causa, el juicio quedó suspendido hasta el viernes que viene. Ahora la defensa la ejerce Maximiliano Rusconi, ex titular de la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Tributarios y Contrabando (Ufitco), el cargo que ocupa hoy el fiscal de este juicio, Mariano Borinsky.
Menem debió haberse presentado en el juicio el día que comenzó, hace dos semanas, pero no lo hizo invocando anemia, estrés y otros trastornos, certificados por su médico. El TOPE3 admitió el primer faltazo pero anunció que, al igual que los otros 17 imputados –entre quienes figuran Emir Yoma y el ex ministro Oscar Camilión–, tendría que estar presente cuando se leyera el requerimiento fiscal que explica de qué se lo acusa. Los jueces, sin embargo, no definieron dónde se haría la audiencia.
Dejaron flotando la posibilidad de trasladarse a La Rioja. En el ínterin, pidieron la opinión de peritos de la Corte, que fueron a revisar al riojano en su casa. Ayer, al comenzar el día, el presidente del tribunal, Luis Imas, sorprendió con el anuncio de la videoconferencia. El juez admitió que, según el primer informe de los peritos del Cuerpo Médico Forense, Menem podría estar presente en el juicio. Dictaminaron “la normalidad de funciones”, “el estado compensado de salud” y “la capacidad ambulatoria”. Sin embargo, uno de los expertos señaló que su “traslado” no era “oportuno”. Ante la duda y las circunstancias, el tribunal vio en la videoconferencia una salida adecuada. La Aduana se opuso, por considerar que “no tiene asidero legal” y advertir que aún no hay conclusiones sobre la evolución de las afecciones que aquejan al ex presidente.
El TOPE3 desestimó el planteo y reconfirmó su decisión con el argumento de que la videoconferencia es “un acto único con inmediatez de imagen y sonido” que garantiza el derecho de defensa “pese a la distancia geográfica”. En la fiscalía explicaron a PáginaI12 que acuerdan con la iniciativa porque favorece el avance del juicio. Descartan que el mismo método se vaya a aplicar al momento de la indagatoria. Lo grave, acotan, hubiera sido que el tribunal aceptara sacar a Menem del proceso, una opción que fue rechazada. Así, si nada altera los planes, el 28 de noviembre a las 10.30 el tribunal sesionará en la Facultad de Derecho de la UBA, donde se dispone de la tecnología para hacerle llegar a Menem las imágenes a un sitio asignado, el Consejo Federal de Inversiones de La Rioja. El secretario del TOPE3, Eduardo Botello, viajará allí para certificar el acto.
El anuncio cayó pésimo entre el resto de los acusados. Varios de ellos van desde el inicio a cada audiencia, incluso algunos que por indicación médica tienen un tope de horas para escuchar. “Yo me voy a ir a Miami y que me lean todo por videoconferencia”, se escuchó la queja de Carlos Franke, un ex director de Fabricaciones Militares, en un intervalo. Más allá de la videoconferencia, es factible, según pudo saber este diario, que los nuevos abogados de Menem, Rusconi y Gabriel Palmeiro, pidan directamente la nulidad del llamado “requerimiento de elevación a juicio” de la fiscalía en un renovado intento por sacar al riojano de un proceso que lo amenaza con una pena de prisión efectiva.
No es la primera vez que el ex mandatario se contacta con Rusconi, experto en delitos económicos, por esta causa. Lo hizo hace siete años, a raíz de su detención. La oferta coincidió con la renuncia del letrado como fiscal, pero no prosperó. Con el tiempo, Menem llegó hasta el juicio que, al parecer, empezó a preocuparle más que antes. Pensó en Rusconi, defensor –entre otros– de Omar Fassi Lavalle. Y le pidió ayuda al Hermano Eduardo, que hizo de nexo y agarró las riendas como en los viejos tiempos.
Aunque no pudo evitar el juicio, Carlos Menem consiguió no tener que moverse de La Rioja para escuchar la acusación en su contra por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. El Tribunal en lo Penal Económico Nº 3 (TOPE3) resolvió que le leerá los cargos a través de una videoconferencia prevista para el 28 de noviembre. Los jueces sostuvieron que, si bien el ex presidente “se halla en condiciones mentales para estar en juicio”, está “impedido” de trasladarse a Capital Federal –según la opinión de uno de los peritos que lo revisaron– por sus problemas de salud.
Los abogados querellantes de la Aduana se opusieron a la solución por considerarla fuera de la ley. La fiscalía la aceptó por ser una medida “que no entorpece el proceso sino que ayuda a que siga”. Si de dilaciones se trata, de todos modos Menem consiguió una pequeña victoria: como cambió de abogado y el nuevo requirió unos días para estudiar la causa, el juicio quedó suspendido hasta el viernes que viene. Ahora la defensa la ejerce Maximiliano Rusconi, ex titular de la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Tributarios y Contrabando (Ufitco), el cargo que ocupa hoy el fiscal de este juicio, Mariano Borinsky.
Menem debió haberse presentado en el juicio el día que comenzó, hace dos semanas, pero no lo hizo invocando anemia, estrés y otros trastornos, certificados por su médico. El TOPE3 admitió el primer faltazo pero anunció que, al igual que los otros 17 imputados –entre quienes figuran Emir Yoma y el ex ministro Oscar Camilión–, tendría que estar presente cuando se leyera el requerimiento fiscal que explica de qué se lo acusa. Los jueces, sin embargo, no definieron dónde se haría la audiencia.
Dejaron flotando la posibilidad de trasladarse a La Rioja. En el ínterin, pidieron la opinión de peritos de la Corte, que fueron a revisar al riojano en su casa. Ayer, al comenzar el día, el presidente del tribunal, Luis Imas, sorprendió con el anuncio de la videoconferencia. El juez admitió que, según el primer informe de los peritos del Cuerpo Médico Forense, Menem podría estar presente en el juicio. Dictaminaron “la normalidad de funciones”, “el estado compensado de salud” y “la capacidad ambulatoria”. Sin embargo, uno de los expertos señaló que su “traslado” no era “oportuno”. Ante la duda y las circunstancias, el tribunal vio en la videoconferencia una salida adecuada. La Aduana se opuso, por considerar que “no tiene asidero legal” y advertir que aún no hay conclusiones sobre la evolución de las afecciones que aquejan al ex presidente.
El TOPE3 desestimó el planteo y reconfirmó su decisión con el argumento de que la videoconferencia es “un acto único con inmediatez de imagen y sonido” que garantiza el derecho de defensa “pese a la distancia geográfica”. En la fiscalía explicaron a PáginaI12 que acuerdan con la iniciativa porque favorece el avance del juicio. Descartan que el mismo método se vaya a aplicar al momento de la indagatoria. Lo grave, acotan, hubiera sido que el tribunal aceptara sacar a Menem del proceso, una opción que fue rechazada. Así, si nada altera los planes, el 28 de noviembre a las 10.30 el tribunal sesionará en la Facultad de Derecho de la UBA, donde se dispone de la tecnología para hacerle llegar a Menem las imágenes a un sitio asignado, el Consejo Federal de Inversiones de La Rioja. El secretario del TOPE3, Eduardo Botello, viajará allí para certificar el acto.
El anuncio cayó pésimo entre el resto de los acusados. Varios de ellos van desde el inicio a cada audiencia, incluso algunos que por indicación médica tienen un tope de horas para escuchar. “Yo me voy a ir a Miami y que me lean todo por videoconferencia”, se escuchó la queja de Carlos Franke, un ex director de Fabricaciones Militares, en un intervalo. Más allá de la videoconferencia, es factible, según pudo saber este diario, que los nuevos abogados de Menem, Rusconi y Gabriel Palmeiro, pidan directamente la nulidad del llamado “requerimiento de elevación a juicio” de la fiscalía en un renovado intento por sacar al riojano de un proceso que lo amenaza con una pena de prisión efectiva.
No es la primera vez que el ex mandatario se contacta con Rusconi, experto en delitos económicos, por esta causa. Lo hizo hace siete años, a raíz de su detención. La oferta coincidió con la renuncia del letrado como fiscal, pero no prosperó. Con el tiempo, Menem llegó hasta el juicio que, al parecer, empezó a preocuparle más que antes. Pensó en Rusconi, defensor –entre otros– de Omar Fassi Lavalle. Y le pidió ayuda al Hermano Eduardo, que hizo de nexo y agarró las riendas como en los viejos tiempos.
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